El Aeropuerto de Acapulco tiene aproximadamente 60 años de haberse construido, presentando comúnmente problemas de filtraciones por sismo. Estos movimientos telúricos han causado daños en la infraestructura del Aeropuerto en donde algunos han llegado a 6.16 grados escala Richter.

Aunado a lo anterior en 2013 se presentó un inusual fenómeno meteorológico con la confluencia de 2 huracanes, lo que provocó inundaciones en el Aeropuerto a causa de la desembocadura de la laguna de tres palos. En Ambulatorio se registró la altura del agua aproximadamente a 60 cm sobre el nivel de piso interior.

Tomando en consideración las condiciones anteriores, se analizó la conveniencia de llevar a cabo la construcción de un nuevo edificio terminal, con un diseño cuyas instalaciones estuvieran capacitados para afrontar este tipo de eventos sismológicos y meteorológicos, permitiendo con estas medidas, el mitigar el impacto de estos fenómenos y ofrecer un mejor nivel de servicio para los usuarios del transporte Aéreo de grupo Aeroportuario del Centro Norte.

El desarrollo del proyecto se plantea en dos etapas, un primer plan de crecimiento hacia el lado Norte del edificio existente con una Huella en planta para la nueva terminal de 11,000.00 m² con el objetivo de cubrir el programa de necesidades para 1.0 millón de pasajeros. Una vez terminada la primera etapa de crecimiento, se plantea una segunda etapa de crecimiento con la demolición del edificio existente y la ampliación de la nueva terminal sobre la huella del edificio original, llegando a la capacidad de 2.0 millones de pasajeros.

La convocatoria indicaba el programa de necesidades especifico para la primer etapa 1 M Pax, así como las restricciones que se debían considerar en cuanto a los paramentos del edificio hacia el lado tierra y hacia el lado aire en su aproximación a la plataforma de Aviación. El proyecto debía incluir posiciones de contacto y posiciones remotas y el análisis y solución de los flujos de pasajeros en salidas y llegadas nacionales e internacionales, flujos de equipaje, empleados y proveedores.

Resolver las condiciones climáticas para el nuevo proyecto, así como desarrollar estrategias pasivas de ahorro de energía que fueran eficientes fue uno de los catalizadores principales de la propuesta de PLASTIK Arquitectos, en donde se buscó reducir la ganancia térmica de forma radical al interior del edificio diseñando una cubierta “ventilada” que funcionara como amortiguador térmico, permitiendo la circulación de viento por el interior de la misma.

El aire caliente en el interior de edificio sube de forma natural y con la ayuda de la inyección del aire acondicionado por la parte inferior del edificio, entra al interior de la cubierta en donde se ventila de forma natural. Se consideró una columna vertebral de instalaciones dispuesta longitudinalmente, que permitiera ocultar equipos de aire acondicionado y disponerlos de forma eficiente a lo largo del edificio así como captar el 100% de agua pluvial para su reutilización, entre otras estrategias.

La apertura del proyecto hacia las vistas en plataforma de aviación en el lado aire del proyecto y en ambulatorio en el lado tierra del mismo, así como la racional solución de la parte operativa que permite un entendimiento muy intuitivo de los flujos que deben seguir tanto pasajeros en llegadas como en salidas nacionales e internacionales,  fueron las directrices que se tuvieron como eje proyectual.

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